Muchas veces decimos que nosotros le damos entrada a Jesús a nuestro corazón pero en ocasiones la realidad es que de labios es una gran verdad, pero de corazón es otro asunto. Es como decir Señor Jesús yo creo en ti pero cuando viene la prueba dudar de sus grandezas y de lo que puede hacer.
En estos tiempos tan importantes para la Iglesia debemos recordar que no es momento para mirar atrás, para dudar o para pensarlo. Es momento para estar firmes y decididos en quien hemos creído y confiar plenamente en su poder y poner en práctica toda esa enseñanza que se nos ha dejado.
Si en estos momentos haz dudado en la fe te digo que es momento de abrir la puerta de tú corazón a Cristo y comenzar de nuevo pero aprisa porque el tiempo de gracia se acaba.
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.Apocalipsis 3:20
Dios te bendiga!
