lunes, 12 de septiembre de 2016

🌹Un día a prisa🌹

Posiblemente vas camino a tu empleo y de repente se te quedan los papeles que debías trabajar. Se te derrama el café en tu blusa o camisa y debes cambiarte. Olvidaste  tu almuerzo luego de ir a unos pocos minutos de tu hogar y decides  regresar a tu casa por tu almuerzo. Vez que tu hijo dejó su merienda en el comedor. El auto no te enciende o se te vacia una llanta. En fin en el diario a vivir nos suceden estas  situaciones y otras más. Pero nunca te haz preguntado el porque Dios permitió que te atrasaras permitiendo una pequeña situación? Hace algunos años iba a salir de mi casa y de repente no encontraba las llaves del auto y me arrepentí en salir; poco después me dicen que hubo un accidente justo por donde iba a transitar. En ese momento dije Dios seguramente pude haber sido yo y tú me guardaste. En otra ocasión iba a tomar un autobús y no llegué a tiempo para montarme. Luego veo en las noticias que exactamente ese número de autobús tuvo un accidente feo. Esa es sólo una pequeña muestra del amor de Dios hacía mi y quiso que yo lo entendiera. Pero muchas veces el está guardando mi vida de peligros y no siempre puedo saberlo.
En lugar de enojarnos agradezcamos a Dios por su infinito amor para con nosotros.

Todo tiene su tiempo 

Eclesiastés 3:1-8
1Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora: 

2Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;                         

3tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar; 

4tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar; 

5tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar; 

6tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; 

7tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 

8tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.


Oración

Señor enseñanos a ver las adversidades como una lección en la cual nuestra paciencia está siendo probada. Que en lugar de enfadarnos, pensemos más allá y no pequemos. Que seamos agradecidos porque talvez mientras estamos atrasados por algo; hay alguien deseando ser uno de nosotros. Cubrenos bajo tu manto y serena nuestras mentes para que aprendamos a resolver en lugar de quejarnos.

Amén

Dios te bendiga!