Todos los días despertamos porque Dios en su infinito amor y misericordia nos da aliento de vida. Tenemos el privilegio de decir estoy vivo. Muchas personas no tienen ese privilegio de despertar todos los días. En el principio de la creación el hombre comienza teniendo aliento de vida.
Dios sopló y dio aliento de vida y Jesús sopló y envío al Espíritu Santo. De modo que el soplo de Dios es vida, aliento y llenura. Agradezcamos a Dios que haya soplado en nosotros vida y por medio del Espíritu Santo hayamos recibido llenura.
Génesis 2:7
Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.
Juan 20:21-22
Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
Oración
Padre Santo:
En esta noche me presento ante ti con mi corazón dispuesto a recibir una llenura del Espíritu Santo; porque él ha sido dejado para alentarnos y consolarnos. Permite oh Señor que yo siempre me acuerde de agradecer cada segundo de vida que me haz dado y acercarme más a ti.
Amén
Dios te bendiga!!
