sábado, 16 de julio de 2016

¿Como esta tú vasija?

En el libro de Jeremías vemos como Dios hace ejemplos de su poder infinito y demuestra su amor hacia Israel, así como lo tiene por cada uno de nosotros.

Jeremías 18:1-6
1 Palabra de Jehová que vino a Jeremías, diciendo:
2 Levántate y vete a casa del alfarero, y allí te haré oír mis palabras.
3 Y descendí a casa del alfarero, y he aquí que él trabajaba sobre la rueda.
4 Y la vasija de barro que él hacía se echó a perder en su mano; y volvió y la hizo otra vasija, según le pareció mejor hacerla.
5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo:¿No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh casa de Israel? dice Jehová. He aquí que como el barro en la mano del alfarero, así sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel.


Mientras leía esa palabra y la analizaba pude darme cuenta de dos detalles. Primero Dios guía a Jeremías a un lugar para darle un ejemplo. Segundo Dios hace una comparación y a su vez le hace recordar que para él no existe imposible, porque para él todo es posible. Aveces Dios nos permite llegar al lugar y estar presentes para que seamos de ejemplo o para que aprendamos de la circunstancia.
Mientras iba leyendo esta palabra antes de llegar el versículo 6 me hice esta pregunta. ¿Porque Dios lo envía a ese lugar? Dios pudo haberle dicho sin necesidad de ejemplos. El detalle es que la comprensión humana es limitada y Dios hace como el quiere.
En nuestro camino como peregrinos en este mundo se nos han dejado muchos ejemplos de hombres y mujeres de Dios que fueron de su agrado. Hoy día existen mujeres y hombres ejemplares al servicio de Dios que son vivo ejemplo de que se puede vivir íntegro a Dios.
Somos humanos muchas veces nos equivocamos pero nada mas humilde que reconocer nuestros errores y enmendarlos.
El profeta Jeremías no cuestionó a Dios, el obedeció.
¿Estarás siendo obediente a la voz de Dios?
Dios puede hacer de nosotros una vasija nueva si estamos rotas por los golpes de la vida o si necesitamos una reparación. Para él no hay imposible. Deposita tu vida en manos del alfarero perfecto que el hará de ti una gran vasija.
Dios te bendiga!