Testimonios que edifican†
En una ocasión que me encontraba en mi
tercer mes de embarazo. Tuve la situación de presentar un sangrado fuerte. Tan
fuerte que para la ciencia el bebé no nacería. Fui llevada al médico con ese
sangrado que no paraba, el medico indicó a mi esposo que posiblemente había
perdido el bebé o estaba por perderle. Me inyecto un medicamento al suero para así poder detener el sangrado y seguido de eso me envió hacer una radiografía pélvica superficial para evitar el posible aborto. El enfermero o encargado que me
realizó la misma no solo la realizó superficial sino también por dentro para ver el
útero. Mientras yo me encontraba en ese proceso el me decía que veía el bebé.Yo solo le pregunté si estaba
vivo. El me respondió que sí y que se movía. Yo me llené de susto
en ese instante.Porque ahora temía perder lo. Ese joven solo me dio unas palabras negativas. El dijo que aveces hacían cirujia para aguantar el bebé pero que no era eficaz al 100% Más temor me dio oír esas palabras. Porque es tener cierta incertidumbre
de lo que te iría a suceder. Me llevaron nuevamente al cuarto y comencé a
hablar con Dios. Mis palabras fueron cortas y precisas. Le dije Señor, si te lo
vas a llevar que sea rápido, pero si lo vas a dejar que esto pase rápido
también. A los 2 o 3 minutos de terminar mi pequeña oración a Dios entró el doctor y me diagnostica placenta previa, algo que suele durar
9 meses. La persona que lo ha vivido sabe que debe estar el embarazo completo en cama. Al salir del hospital al dia siguiente me visitó la pastora e hizo oración por mi poniendo su mano en mi vientre.Yo
debía volver a la semana al médico. Cuando asistí al médico este me dijo, la placenta se
acomodó sola ya no tienes placenta previa. Dios no solo le dio vida a mi hijo
sino que realizó el milagro de poner todo en su lugar para que yo tuviese un
embarazo normal. Yo le doy gloria a mi Cristo que hizo eso conmigo y hoy puedo testificar ese milagro.
Anónimo, desde Puerto Rico
Naciparadorarte†