Muchas veces queremos hacer todo a nuestra manera. De tal modo que no siempre nos salen las cosas bien. Mientras nos enojamos y pocas veces reprendemos tal enojo que puede llegar a ser el causante de otros males. El adversario va tomando ventaja y creando un plan perverso para hacernos errar. La palabra de Dios nos da un consejo sobre eso en Efesios 4:26 Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo. Cuantas veces por nuestro orgullo y soberbia dejamos que ese coraje entre en lo profundo de nuestro corazón y le damos cabida al malo para que vaya dañándonos por dentro lentamente. Para cuando nos demos cuenta ya el daño es tan grande que si no nos humillamos ante la presencia de Dios entramos en raíces de amargura, falta de perdón, ira y pecado.
Cuantas
veces por un simple comentario, una palabra o un gesto nos llenamos de ira y
coraje y hasta malos pensamientos. Donde la palabra en Santiago 4:7 nos relata lo siguiente: Someteos,
pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. El
maligno está esperando ese momento donde usted y yo pasemos por algún momento
de coraje para hacernos pecar. No le dé lugar al diablo, a el le queda poco
tiempo y a usted y a mí también para ser probados y seguir emblanqueciendo
nuestras vestiduras.
Somos
seres humanos imperfectos intentando llegar a la perfección y santidad sin la
cual nadie vera al Señor, dentro de un cuerpo que en su momento fue contaminado
por el pecado pero que en Cristo ha de ser cambiado y glorificado para la
gloria de Dios. Intentamos sobrevivir en un mundo lleno de tanta maldad donde
nuestra lucha es día a día contra principados y huestes de maldad, pero si
aprendemos a vivir conforme a la palabra podremos vencer.
No
deje que el coraje le apague la bendición. Efesios
4:31 Quítense de vosotros toda
amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. El coraje puede acabar con muchas cosas, su paz, su comunión
con Dios, entristece al Espíritu Santo y te puede llevar al pecado. En el texto
anterior se nos menciona unas cuantas cosas que debemos eliminar de nuestras
vidas. Pero que de aquellos que se la pasan gritando? Eso también hay que eliminarlo porque también es malo.
Que de los que se la pasan maldiciendo?
Eso igual es malo. Examinemos nuestros caminos y nuestras vidas que él rey de
reyes está cerca.
Dios
le bendiga amado lector, la paz de Dios sea contigo!
Naciparadorarte†